El calentamiento durante el proceso de trituración puede reducir la calidad del material molido. Al inyectar agua en el molino de bolas, se disipa el exceso de calor y se mantiene la temperatura de salida al nivel deseado.
Solo si se evita de forma fiable el sobrecalentamiento, se puede transportar y almacenar con seguridad el material en bruto molido o el cemento molido.
En el caso de molinos de rodillos, el lecho de molienda se estabiliza inyectando líquido y optimizando así el proceso de molido.
Por lo general recomendamos sistemas de fluido sencillo o doble para la inyección, pudiendo optar por equipar juntas rotatorias en las lanzas.